jueves, 9 de diciembre de 2010

Esta chiquilla dará mucho juego...

Esas fueron las palabras pronunciadas por el actor Lionel Barrymore para referirse a una joven actriz española, recién llegada a Hollywood a comienzos de los años treinta.

Concepción Andrés Picado (San Sebastián, 1911), más conocida como Conchita Montenegro, había nacido en el seno de una familia con inclinaciones artísticas. Siendo aun una niña, recibió formación en Madrid y en París, concretamente en la Escuela del Teatro de la Ópera. Tras participar en varias producciones españolas, dio el salto a América. 


Conchita se convirtió en la primera actriz española en conquistar Hollywood. Trabajó en dieciocho películas, primero contratada por la Metro Goldwyn Meyer y luego por la Fox. Comienza actuando en español, participando en versiones de grandes éxitos cinematográficos destinados a emitirse en España e Hispanoamérica (recordemos que en esta época aun no existía el doblaje). Aprende pronto a hablar en inglés, con lo que empiezan a contar con ella para películas donde se desenvuelve con soltura en esta lengua. 

Durante una entrevista realizada en 1942 para la revista Cámara por Martín Abizanda, Conchita afirmaba:

<<Querían que trabajase enseguida. Desgraciadamente, no sabía decir entonces más palabras inglesas que okay, all right y ham and eggs. Edgar Neville, que andaba también por esas tierras, se encargó de iniciarme en la materia. Estudiaba por las noches. Un día, llamaron a mi puerta. Abrí, extrañada, sin imaginarme quién pudiera venir a esas horas. "Soy el nuevo profesor", me dijo un hombre de pelo cano y sonrisa de niño. Apenas lo reconocí. Charles Chaplin acostumbraba a gastar bromas de ese tipo a todos los nuevos de Hollywood. (...) Mi primera prueba, ¡ahí es nada! fue con Clark Gable. Me hicieron vestir, si le llaman vestir, con unas hierbas de hawaiana. (...) Aquello me daba mucha vergüenza. Mi rubor aumentó cuando llegó el instante del beso; un beso apasionado y verídico. Creí que iba a morir. Y Clark buceó con sus labios inútilmente cerca de mi cara. Me negué a besarle. Precisamente ese gesto de abandono y repulsión que adopté gustó extraordinariamente>>.



La experiencia adquirida en Hollywood y su dominio del francés facilitaron también su participación en varias películas francesas.

Es en 1942 cuando vuelve a España y comienza una nueva etapa dedicada al cine español. En 1944, ya casada con Ricardo Giménez Arnau y tras el estreno de la película de Antonio Román, Lola Montes, decide retirarse para siempre. Quema todos sus recuerdos, cartas y fotos. 

El año anterior, en 1943, un actor de Hollywood visitaba España y se reunía con ella. Fueron a cenar, visitaron un tablao flamenco, recordaron viejos y buenos tiempos. Supuestamente, ella habría jugado un papel esencial en su visita sin billete de vuelta a casa. El personaje del que hablamos es nada más y nada menos que Leslie Howard, su antiguo amor de juventud. Ambos se habrían conocido en 1931, durante el rodaje de Prohibido, de W. S. Van Dyke. Desde entonces, mantendrían una relación estrecha, hasta el momento de la muerte del actor en cielos gallegos.

Conchita vivió apartada del mundo del celuloide hasta su muerte, el 26 de Abril de 2007. Trató de mantenerse al margen de entrevistas y homenajes, como el que le quiso dar el Festival de Cine de San Sebastián. Siempre se refirió a su etapa de actriz como "un pecado de juventud", renegando para siempre de su pasado.





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